Cuando llega el invierno se busca la mejor forma de mantener el hogar caliente, aunque también se intenta que ese calor no sea excesivo y que no se concentre sólo en algunas zonas de la casa. Hay muchas opciones a la hora de elegir el sistema más conveniente, como radiadores eléctricos o calefacción en sus múltiples modalidades.
Sin embargo, y debido a que la gente cada vez vive en casas más grandes, en la actualidad está muy en boga la utilización de chimeneas. Y es que no sólo aportan calor de forma económica sino que, además, constituyen un elemento muy decorativo en la estancia en la que se colocan.
La chimenea es a menudo el elemento arquitectónico más importante de un espacio y por lo tanto, el punto central. Si deseas darle un toque de calor a tu hogar puedes añadirle una chimenea.
Fueron creadas hace muchísimos años para resguardar al hombre de los fríos y violentos inviernos. En aquellos momentos, su función - la de irradiar calor - era su principal razón de ser.
Hoy, la realidad práctica de su presencia está acompañada por su calidad decorativa. Las chimeneas ya no son meras fuentes de calor. Su antigua “utilidad” fue reemplazada por la aparición de la estufa, la calefacción central y la loza radiante. Se han convertido - en cambio - en un instrumento ornamental. Así que hoy en día es común decorar el salón con una chimenea para que se encargue de dar un toque especial de color al ambiente en el que se encuentra.
Disfrutar del calor y la intimidad que proporciona una chimenea ya no es un lujo: aquí os mostramos ideas para que podáis escoger la que mejor se adapta a vuestras necesidades. Las clasificaremos según su diseño.
Tipo cassette
Una manera práctica y decorativa de renovar una chimenea es instalar una casette: caja que evita la fuga de calor que se produce en los diseños abiertos. Su consumo de leña es inferior y permite calentar más de una habitación. Se puede instalar en chimeneas ya existentes
Integrada y de gas
La tendencia en chimeneas apuesta por las que se integran en tabiques y se encierran en marcos de cristal y acero. En la mayoría de los casos son diseños a gas cuya principal característica es ofrecer una llama “natural”, pero con un sistema de combustión limpio, ya que se enciende con un interruptor.
Ventajas de las chimeneas a gas:
- Seguras y cómodas. Permiten disfrutar de fuego auténtico sin leña. Si la llama se apaga, un dispositivo de seguridad corta el gas.
- En cualquier lugar. Se pueden instalar en todas las estancias de la casa, incluido el dormitorio, ya que no consumen oxígeno.
- De dos tipos. Las ventiladas ofrecen una llama más natural mientras que las no ventiladas aprovechan todo el calor que generan.
De hierro y suspendida
De gran valor decorativo, las chimeneas en un salón se convierten en pieza clave alrededor de las cuales se suele organizar el estar. Por ello hay infinidad de modelos que se adaptan al estilo de cada estancia. Las de hierro fundido, por ejemplo, son muy versátiles, ya que encajan en decoraciones tanto rústicas como actuales. Este modelo aligera su peso visual al estar suspendido del techo.
Ventajas del hierro fundido:
- Diseños variados. El hierro, al fundirse, permite realizar infinidad de atractivos diseños que se adaptan al estilo de cada estancia.
- Duradero. Es un material resistente al calor y a la oxidación que permite un montaje sin soldaduras, por lo que evita roturas.
- Eficiencia calórica. Tras apagarse la chimenea, el hierro permanece caliente, lo que permite caldear ahorrando energía.
Clásica y con embocadura
Una chimenea siempre da calidez a la estancia en la que se halla. Y son los modelos tradicionales, concebidos para revestirse en su parte externa, los que tienen una vocación más decorativa. Aunque suelen recrear ambientes de corte clásico, si optas por un diseño de líneas rectas, darás una pátina actual al salón.
Es muy decorativa:
- Material para el frontis. Los más habituales para la embocadura de la chimenea son el mármol, el granito, la madera o el yeso.
- Repisa de la embocadura. Puedes utilizarla para colocar objetos decorativos que destaquen la presencia de la chimenea.
- Pantalla protectora. Se coloca frente a la chimenea para evitar que salten chispas. En hierro o cristal resulta muy decorativa.
A continuación las clasificaremos según su estructura. Las hay de 3 maneras distintas, según dónde estén construidas:
- De cuerpo saliente: la pared del fondo coincide con la pared de la habitación y la cámara de humo es totalmente visible. Exteriormente, adopta la posición “de campana”.
- De medio empotre: el fondo del hogar queda más allá del muro de la habitación. Toda la chimenea retrocede.
- De empotre total: la embocadura de la chimenea se abre al ras de la pared, como un hueco practicado en la misma. El conducto queda del otro lado.
Ventajas de las chimeneas a gas:
- Seguras y cómodas. Permiten disfrutar de fuego auténtico sin leña. Si la llama se apaga, un dispositivo de seguridad corta el gas.
- En cualquier lugar. Se pueden instalar en todas las estancias de la casa, incluido el dormitorio, ya que no consumen oxígeno.
- De dos tipos. Las ventiladas ofrecen una llama más natural mientras que las no ventiladas aprovechan todo el calor que generan.
De hierro y suspendida
De gran valor decorativo, las chimeneas en un salón se convierten en pieza clave alrededor de las cuales se suele organizar el estar. Por ello hay infinidad de modelos que se adaptan al estilo de cada estancia. Las de hierro fundido, por ejemplo, son muy versátiles, ya que encajan en decoraciones tanto rústicas como actuales. Este modelo aligera su peso visual al estar suspendido del techo.
Ventajas del hierro fundido:
- Diseños variados. El hierro, al fundirse, permite realizar infinidad de atractivos diseños que se adaptan al estilo de cada estancia.
- Duradero. Es un material resistente al calor y a la oxidación que permite un montaje sin soldaduras, por lo que evita roturas.
- Eficiencia calórica. Tras apagarse la chimenea, el hierro permanece caliente, lo que permite caldear ahorrando energía.
Clásica y con embocadura
Una chimenea siempre da calidez a la estancia en la que se halla. Y son los modelos tradicionales, concebidos para revestirse en su parte externa, los que tienen una vocación más decorativa. Aunque suelen recrear ambientes de corte clásico, si optas por un diseño de líneas rectas, darás una pátina actual al salón.
Es muy decorativa:
- Material para el frontis. Los más habituales para la embocadura de la chimenea son el mármol, el granito, la madera o el yeso.
- Repisa de la embocadura. Puedes utilizarla para colocar objetos decorativos que destaquen la presencia de la chimenea.
- Pantalla protectora. Se coloca frente a la chimenea para evitar que salten chispas. En hierro o cristal resulta muy decorativa.
A continuación las clasificaremos según su estructura. Las hay de 3 maneras distintas, según dónde estén construidas:
- De cuerpo saliente: la pared del fondo coincide con la pared de la habitación y la cámara de humo es totalmente visible. Exteriormente, adopta la posición “de campana”.
- De medio empotre: el fondo del hogar queda más allá del muro de la habitación. Toda la chimenea retrocede.
- De empotre total: la embocadura de la chimenea se abre al ras de la pared, como un hueco practicado en la misma. El conducto queda del otro lado.
Clásica y con embocadura |
Tipo cassette |
Integrada y de gas |
De hierro y suspendida |
gracias por el artículo, mi chimenea es de hierro fundido con patas y puerta de cristal, queríamos decorar la pared de ese lado con placas de imitación piedra, pero no tenemos ni idea de cómo se ponen, solicito tu ayuda y experiencia.
ResponderEliminarGrace