Los más empleados en los muebles de jardín son:
Teca. De origen tropical, es una madera que soporta muy bien la humedad y las bajas temperaturas, al igual que otras de la misma familia, como el iroco. Su color es amarillo oscuro y su resistencia a la lluvia la convierte en uno de los peores enemigos de la humedad, aunque el agua puede provocar la aparición de manchas.
Metal. Los muebles de hierro son muy sensibles a la humedad, pero muy duraderos. El principal problema que presentan es la oxidación, por lo que hay que protegerlos frente a ésta. En los casos más extremos, cuando el óxido ha atacado, puede ser necesario lijar la zona afectada para eliminar cualquier signo de deterioro. También hay pinturas específicas para superficies oxidadas que evitan tratar el mueble y otras que dificultan la aparición de óxido.
Aluminio. La ligereza del aluminio, la facilidad para limpiarlo y su duración le convierten en un material muy utilizado en el jardín. Además, es muy resistente y no se oxida, pero tiene una desventaja: su precio. En la actualidad, es uno de los más demandados, a menudo combinado con madera o algún tipo de fibra natural para dar más estabilidad al mueble.
Fibras naturales. Las fibras vegetales aguantan bien a la intemperie. De hecho, la caña de bambú, el mimbre o el ratán son las más utilizadas debido a su resistencia al sol y a la humedad, aunque conviene cubrir los muebles en las épocas más frías. Las fibras sintéticas, como el loom, imitan a las naturales casi a la perfección y tienen la ventaja de ser más resistentes aún.
Resina y plástico. Como el resto de materiales sintéticos, éstos resisten muy bien en el exterior, aunque con el paso del tiempo se deterioran, pueden doblarse y adquirir un tono amarillo.
Mantenimiento y limpieza
El proceso de mantenimiento y limpieza del mobiliario de exterior varía en función del material. En el caso de los muebles de hierro, una mano de pintura cada año o una capa de barniz protector garantiza un buen estado de conservación. Además, se pueden limpiar con un cepillo de púas metálicas finas.
En cuanto a los muebles de fibras naturales, hay que cepillarlos con frecuencia para evitar la acumulación de polvo y lavarlos con agua o vapor. Por su parte, los sillones de mimbre pueden limpiarse con un paño mojado, mientras que para los muebles de bambú es conveniente utilizar también un cepillo o un paño empapado en aceite de linaza.
En general, a pesar de que la humedad es una de las principales causas de deterioro de los muebles, éstos aguantan mejor las temperaturas bajas que las altas.
Con el calor hay más probabilidad de que pierdan el color o sean atacados por los insectos, que aparecen sobre todo en épocas de temperaturas cálidas.
Usar fundas de plástico
Si quieres disfrutar de la terraza, el patio o el porche todo el año, deja tus muebles de exterior a la intemperie, bien protegidos con fundas de plástico. Así, podrás utilizar estos espacios abiertos en los días soleados de invierno, pues sólo tendrás que retirar las fundas del mobiliario de jardín y podrás hacer uso del mismo inmediatamente.
Será más práctico dejar el mobiliario de jardín en la terraza, el patio o el porche todo el año, siempre que este se mantenga en las condiciones adecuadas, es decir, bien cubierto con unas fundas de plástico que lo protejan de la humedad, la lluvia, el granizo, el frío y/o el calor.
Independientemente del material con el que estén fabricados tus muebles de exterior (madera, aluminio, fibras naturales o plásticos variados), a la hora de protegerlos correctamente, la funda de plástico es sin duda la mejor opción porque cumple con todos los requisitos exigidos a este tipo de propuesta: es impermeable, por lo que la lluvia, el granizo o la nieve no dañarán el mobiliario; es ligera, lo que nos permitirá quitarla o ponerla fácilmente; y es resistente a la rotura. Escoge la solución más acertada
Sin embargo, no todas las fundas de plástico son iguales ni cuentan con las características necesarias para esta finalidad. Las lonetas que se emplean para la fabricación de toldos y carpas resultan perfectas para cubrir el mobiliario de jardín. Este material se fabrica generalmente con fibras sintéticas que parten de diferentes tipos de plásticos, como el poliéster o el PVC, por citar algunos. Las características de los plásticos mencionados son la impermeabilidad, la ligereza, la resistencia a la rotura y un excelente comportamiento frente a la radiación.
Es imprescindible que la funda de plástico se confeccione a medida para que los muebles de exterior estén bien cubiertos y protegidos, de forma que puedan permanecer al aire libre en cualquier época del año.
Puedes encargar el artículo al fabricante de toldos y lonetas, o puedes adquirirle sólo el material y fabricar tú mismo la funda si sabes hacerlo.
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