Camas infantiles: modelos

Antes de decidirte por una cama determinada, debes estudiar bien las dimensiones de la habitación y concretar si en el cuarto dormirá un solo niño, o si lo compartirán varios hermanos. Aquí tienes una muestra de los modelos de cama más utilizados.

Individual de 90 cm

Las camas tradicionales, con somier de lamas o arcón, tienen unas medidas estándar: 80 o 90 cm de ancho por 1,80, 1,90 o 2 m de largo. Con este modelo, el niño utilizará la cama hasta la adolescencia. Si el rey de la casa es muy pequeño aún, conviene colocar un quitamiedos.

Con barandilla

Aunque tus hijos no compartan habitación, no descartes colocar una cama nido. Hasta que el niño crezca, coloca mejor unos cajones, que te ofrezcan valiosas zonas de almacén, y completa la cama superior con una barandilla para mayor seguridad

A medida

Todas las piezas casan a la perfección para sacar el máximo partido al espacio. En la foto el cabecero tradicional se sustituyó por un arcón con gran capacidad de almacenaje, que se prolonga hasta la zona de estudio.

Sofá de día

Este tipo de camas está formado por una estructura con forma de banco sobre la que se coloca el colchón. Es un mueble versátil, ya que durante el día se puede utilizar como asiento si se completa con almohadones y cojines.

Composición
Durante el día, la cama va oculta bajo una tarima sobre la que está situada la zona de estudio, y por la noche, se desliza fácilmente gracias a sus ruedas.

Convertible

Encontrarás camas individuales que se pueden transformar en litera, pues están diseñadas para colocar otra cama igual encima. Incorporan una escalera para acceder a la superior.

Abatibles

Mientras no se utilizan, las camas se pliegan y quedan pegadas a la pared. Con esa solución se consigue dejar el centro de la habitación despejado para situar una zona de juegos o de estudio.